martes, 4 de marzo de 2008

Nuestro escudo




Villangómez es una Villa así llamada por quien fue su fundador, don Gome o Gómez.
El caso de unión de palabras, formando un nombre nuevo es frecuentisimo en el idioma castellano, con ejemplos similares bien cercanos como Ciadoncah (Ciudad de la Señora), Villacisla ( Villa de Cixila), Villadiego (villa de Juan Diego), etc. Está documentado que nuestra Villa deriva de VILLA DON GOMEZ que es como firmar en 1185 los vecinos más antiguos que conocemos de VILLANGOMEZ en un pergamino de la Catedral de Burgos. Tales vecinos se hacían llamar García Martínez de VILLA DON GOMEZ Y RODRIGO MARTINEZ DE VILLA DON GOMEZ. Firman como testigos una escritura de venta de la condesa doña Urraca al obispo de Burgos, don Marino, en el otoño de 1185.


Es esta la primera vez que leemos el nombre de VILLANGOMEZ; pero, sin duda, nuestra Villa contaba ya casi tres siglos de existencia, de la que no nos han quedado testimonio escrito. Todo el Campo de Muñó, y VILLANGOMEZ perteneció al alfoz y merindad de Muñó, fue repoblado con rapidez tras la fundación de la ciudad y castillo de Burgos (año 884). Los foramontanos hallaron aquí las tierras abiertas con las que soñaban en las estrecheces y hambrunas del norte; pudieron cosechar y vendimiar sus majuelos e instalar rebaños de ovejas, elementos con lo que remediaran su débil economía autarquica. Los condes de frontera apoyaron esta repoblación, acrecida po la llegada de mozárabes de Andalucia, con una pantalla de defensas en las orillas del Arlanza.


El estilo de repoblación que operó en el Campo de Muñó fue semejante al de otras fronteras de Castilla: los grupos de repobladores-reconquistadores ocupaban por la Ley de la "pressura" una parte del territorio en el que fundaban el poblado y se constituían en concejo que señalaba la propiedad del poblado derivaba de alguna circustancia geográfica (altozamos= Cogollos, Pedrosa(lugar de piedras) o personal, principalmente el nombre de los jefes de grupos: Presencio, Tornadijo (Torre de Atilio), Zael , (Cefahel, mozárabe), etc.
Gómez, era entonces muy usado como nombre propio, como Gutierrez, que también fundo un pueblo (Villagutiérrez).


La Historia de VILLANGOMEZ todavía no se ha escrito, mas para aproximación y conocimiento de la misma podemos ofrecer un mínimo restreo de datos que nos aclaran aquellos elementos que resultan substanciales para su incorparación a la Ciencia Heráldica o de los Blasones. Por ejemplo, tengamos presentes los datos siguientes: En Noviembre de 1233, don Ramiro de VILLANGOMEZ es nombrado juez por el rey San Fernando en causa a favor del monasterio de Silos. VILLANGOMEZ fue, como otras villas de Muñó, centro de inversiones agrarias. El campo y la ciudad eran casi únicas posiblididades para colocar sus dineros los ahorradores medivales. En el siglo XIII, un linaje catalán, los Brunet, así lo hicieron.


Don Arnaldo Brunet y su esposa doña Guillema estaban en Castilla en los últimos años del reinado de Alfonso VIII. Tuvieron un hijo, don Liger, que casó con doña María Guillén. Prosperaron y don Liger compró un día a don Juan de Revenga, clérigo, la hacienda que éste poseía en Villangómez. El comprador pagó la cantidad de 350 maravedises, cifra importante hacia 1230 cuando se realizó esta operación. El 25 de junio de 1244, don Liger y su esposa dictan una escritura de incorporación a la Orden del Cister en el monasterio de Santa María, la Real, de Bujedo de Juarros, en el que piden su enterramiento, y entregan la hacienda de VILLANGOMEZ al monasterio.


Así los monjes del Cister entrarán en posesión de bienes agrícolas que pronto extendieron por Montuenga y Cogollillos, pueblo hoy desaparecido. Esta parte del dominio cisterciense no permaneció estático: Los monjes lo ensancharon y encogieron, pero lo mantuvieron hasta 1835. En el siglo XVdisfrutan de un censo de diez fanegas de pan mediado (trigo y cebada); en el siglo XVIII(1752), el censo era de 24 fanegas y ocho celemines.


Este es un dato de la vivencia secular de VILLANGOMEZ, pero hay muchos más: En 1236 comienzan a seguirse las compras de tierra, como la que hace doña Teresa de Cercos en Val de VILLANGOMEZ. En 1254 aparece la Villa en los Préstamos de la diócesis de Burgos, ascedianato de Lara, con 18 maravedises con los que, al precio del año se podía comprar 180 ovejas. Estos Prestamos generarán mucha documentación en los siglos XIV y XIV (Archivo de la Catedral de Burgos).


VILLANGOMEZ aparece igualmente en el Libro de las Behetrías (1352), una institución de la que gozaban muchas villas castellanas por la que podían elegir su "benefactor" y mantenerlo el tiempo que quisieran. Al elegido, le abonaban los vecinos que tuvieron un par de bueyes un almud de trigo(media fanega) y una cuarta (tres celemines) de cebada. A los diviseros les pagaban al año 6 maravedises y tercio de otro. Al rey le pagaban por San Martín 133 maravedises y almerino(agente de la justicia) 13 maravedises. Al rey le servian también con servicios y monedas.


Villangómez no está solo en la historia.Su Ayuntamiento incluye hoy a VILLAFUERTES, pero antaño incluia otras dos villas desaparecidas. Ante nuestros ojos ha desaparecido BASCONCILLOS, cuyas casas e iglesia recuerda haber visitado este cronista, contaba en 1950, con 47 habitantes. Aparece citado por vez primera en 1075 y el nombre delata que su primeros pobladores fueron vascos. BASCONCILLOS aparace con personalidad propia en el Libro de las Behetrías, en el que aparece como lugar de señorío de la Catedral de Burgos, al que en 1352 no pagaban el impuesto de infución (impuesto de solares) porque la famosa peste negra había disminuido mucho la población. Contribuian a la hacienda del rey con 90 maravedises. La explotación de las fincas propias del Cabildo la pacta en 1427, el famoso Alfonso García de Santa María, que luego será obispo de Burgos, el que levantó las torres de la Catedral) por diez florines de oro. BASCONCILLOS y su término siguen viviendo hoy en VILLANGOMEZ.


Lo mismo ocurre con Quintanilleja, situada al E.NE. de VILLANGOMEZ, a más de tres kilómetros, que en 1950 aún tenía 27 habitantes. En 1843 era propiedad del conde de Montijo padre de doña Eugenia, emperatriz de Francia, que percibía una renta de 80 fanegas de trigo de cebada. A la sarón vivían en QUINTANILLEJA 18 habitantes que manejaban cinco yuntas de bueyes. El encargado de la parroquia era el cura de Valdorros.
En los censos del siglo XVI, VILLANGOMEZ aparece en el partido de Madrigalejo, con otras nueve villas, que reunen 472 vecinos. En el siglo XVIII sigue en el régimen realengo, del que parece que nunca salió en su larga historia. En 1843 cuenta con 110 habitantes; posee una escuelita de instrucción primaria y mantiene su parroquia de los Santos Cosme y Damián y la ermita de nuestra señora la Virgen del Toro. En 1900 había más que doblado la población (256 habitantes) y en 1950 la triplica con 757.


Los cambios sociales y económicos de la segunda parte del siglo XIX han afectado a VILLANGOMEZ, pero no han cambiado su espíritu de Villan substancialmente castellana e hispánica. El espíritu de don Gómez, el fundador, le movió a arriesgar vidas y hacienda suya y de sus amigos por unos ideales que a veces, tuvo que defender con su trabajo y, a veces con la espada que a ese precio se hacia entonces en la España que ellos querían.


Por todo ello, me permito ofrecer el siguiente diseño del ESCUDO que debe traer VILLANGOMEZ: Campo de gules con banda sinople, perfilada de oro, cargada de tres bezantes de oro y de dos espigas de oro intercalados y acompañada del castillo propio de Castilla sobre onda de plata, y de espada de plata; al jefe tres estrellas de oro, al centro de ocho puntas y en los lados de seis puntas. Quedan así reflejados en el Escudo, la castellanidad de Villangómez en el campo de Gules y en el castillo de tres donjones de oro de Castilla; el recuerdo de Don Gómez, colonizador y soldado en su espada; las villas agregadas en las dos estrellas de seis puntas escoltando a la de ocho que es VILLANGOMEZ. La banda de sinoplees la vida agraria de la villa y las espigas de oro su expresión. Los tres bezantes son en heráldica tres monedas, simbolo de las transacciones, compraventas, rentas, y censos que sobre el campo de VILLANGOMEZ se ha operado a lo largo de la historia.


El cronista Oficial de la Provincia.
Fray Valentín de la Cruz

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